Este mito folclórico de los Andes centrales y occidentales de Colombia se extiende también a los valles del Magdalena y del Cauca. Numerosos cuentos son narrados por los campesinos en el occidente colombiano sobre Madremonte, que también es conocida como la diosa de los montes y las selvas o la Madreselva. Ilustración de la Madremonte Las descripciones variadas quedan los campesinos: cómo una mujer putrefacta y llena de musgo, arraigada en pantanos, que vive en donde los riachuelos nacen y también habita a los alrededores de grandes piedras. Es vista en lugares con árboles frondosos y zonas selváticas enmarañadas. Tiene ojos saltones cómo de candela, grandes colmillos como los de un jabalí, una gran expresión de ira y unas largas manos, vestida siempre con chamizos, ramas, hojas y bejucos, es una mujer de gran estatura, corpulenta y elegante, usa un sombrero de gran ala, cubierto de hojas verdes, su cabello lleno de musgo que no permite ver su cara. Ha sido vista en rastrojos como una